Hace unos días leí un artículo sobre los “pies de loto”, acompañado de las escalofriantes imágenes de todas las mujeres chinas sometidas a esta bárbara tradición.
Recordé entonces que hace un tiempo leí “El pabellón de las peonías”, de Lisa See, el cuál refleja la China del siglo XVII, tras el derrocamiento de la dinastía Ming. Su protagonista, Peonía, una joven tradicional china de pies vendados, espera ansiosa la celebración de su decimosexto cumpleaños. En ella se presenta “El pabellón de las peonías”, una obra de mucha controversia dónde se representa un amor entre dos jóvenes capaz de sobrepasar las fronteras de la muerte, una trágica historia en la que sus protagonistas tienen que esperar hasta la tercera reencarnación para poder vivir su amor.
Durante la gran ceremonia, que ha de durar tres días, Peonía conoce al joven Wu Ren, de quién se enamora perdidamente desde el primer instante. Lamentablemente, Peonía está comprometida y su boda con su futuro marido, a quién no conoce, es inminente.
Poco a poco, Peonía caerá en un mal de amor que la irá consumiendo y encerrándola, pues el no tener la posibilidad de vivir junto a su amado en la vida le hará que busqué la paz en un mundo espiritual, acabando de seguir los pasos de su ópera favorita, “El pabellón de las peonías”.
Curiosidades
- Si eres una persona interesada en el mundo oriental y especialmente en la cultura china, es un libro que aporta muchísima información respecto a esta interesante cultura y sobre las creencias, obligaciones, y ceremonias de la China del siglo XVII. Una práctica común, pero no sorprendente para nosotros, es la del matrimonio concertado, pues la protagonista de la novela, Peonía, pertenece a una próspera familia.
- Por aquel entonces, el vendado de pies era una práctico muy común y extensa, sobretodo en las familias más adineradas. Se consideraban de un gran atractivo para los hombres, y era una condición “Sine qua non” si los padres querían encontrar un marido digno para sus hijas. El vendado de pie incapacitaba a las mujeres de muchas tareas, ya que las aquejaba de dolores de espalda y molestias en los huesos a lo largo de toda la vida. Por ello, muchos campesinos no se lo podían permitir, pues necesitaban de las manos y el trabajo de sus hijas para labrar la tierra.
- El pabellón de las peonías fue prohibido en el siglo XIX. Aunque parezca una dramática historia llevada al extremo, hay casos documentados sobre jóvenes que morían enfermas de amor, esperanzadas por reencontrarse con sus amados en el mundo de los muertos, cómo es el caso de Chen Tong, Tan Ze y Quian Yi, casos documentados que ayudaron a la autora a escribir este relato.
“El pabellón de las peonías” puede ser un libro de interés tanto para interesados en la cultura oriental cómo para amantes de ella, el cuál nos ayuda a comprender y profundizar en los ritos matrimoniales del siglo XVII y en el testimonio de una mujer de la época.
Desde luego, resulta muy interesante la comparación con la sociedad moderna, y cómo unas costumbres tradiciones y ceremonias tan asentadas en el seno de una familia y en una cultura pueden llegar a determinar de manera tan drástica la vida de alguien.
Si habéis leído hasta aquí, espero haberos invitado a su lectura.
Espero que tengáis un muy buen día 🙂
M.